Cuando todo se para… Cuando las circunstancias a tu alrededor te obligan a detener tu ritmo cotidiano, a veces te encuentras en una interesante situación de no saber qué hacer… Incluso no hay ánimo para hacer lo que uno sabe que había que hacer desde hacía tiempo. Todo está ahí, frente a uno… Se tiene el tiempo para ello, pero uno no sabe por dónde empezar, porque no estaba en los planes tener tiempo para hacerlo. El escapismo a través del televisor, los videogames, internet, los mensajes de texto, se encuentra a la orden del día. Pero no alcanzan a llenar el vacío generado por el quiebre del ritmo que nos sostenía. Entonces… cuando todo se para… tal vez sea una oportunidad para detenernos y observar: a nosotros mismos, nuestra vida, el sentido de lo que hacemos y lo que verdaderamente queremos hacer. Algo similar sucede con la enfermedad. No importa su gravedad, ...
Hola: soy una estudiante de la carrera de Profesorado de Nivel Primario, de la cuidad de Santa Fe y queria comentarle que su libro es muy hermoso; cuando vuelva a clases se lo voy a recomendar a mis amigas. Y tambien lo bueno que tiene es que esta pedagogia hace que nos acerquemos mas a Dios. Gracias
ResponderEliminarGracias por tu comentario!!
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Alejandra Lucía Rotf